abril 25, 2024

Terrible ataque químico en Siria. El peor de la historia que ha indignado al mundo

BEIRUT – Uno de los peores bombardeos químicos en Siria se volvió una zona de muerte, incitando a la indignación internacional por la creciente impunidad del gobierno en una guerra en el país que ya lleva 6 años.
Los líderes occidentales, entre ellos el presidente de Trump culparon al gobierno sirio del presidente Bashar al-Assad y pidieron a sus aliados, Rusia e Irán, para prevenir una repetición de lo que muchos describieron como un crimen de guerra.
Decenas de personas, entre ellos niños, murieron – algunos retorciéndose, asfixiados, jadeando expulsando espuma por la boca después de la inhalación del veneno que posiblemente contenía un agente nervioso u otros productos químicos prohibidos; de acuerdo con testigos, médicos y trabajadores de rescate. Se dijo que la sustancia tóxica se extendió después que aviones de guerra bombardearan en las horas tempranas de la mañana. Algunos trabajadores de rescate eran afectados y se derrumbaban en las proximidades de los fallecidos.
El Departamento de Salud del partido opositor al gobierno se movilizó en la provincia de Idlib, donde tuvo lugar el ataque, dijo que 69 personas habían muerto, proporcionando una lista de sus nombres. Los muertos todavía estaban siendo identificados, y algunos grupos humanitarios dijo que hasta 100 habían muerto.
El régimen sirio fue acusado de estar detrás del ataque en la ciudad controlada por los rebeldes de Khan Sheikhoun, parece ser el más mortífero ataque de armas químicas en el país desde 2013,  los residentes se retuercen de dolor en las calles.
Horas después de que los botes de gas de veneno fueron retirados en primer lugar, una clínica en la ciudad fue bombardeada por aviones, los escombros cayeron sobre algunos de los supervivientes y de los médicos que luchan para tratarlos.
Los médicos que tratan a las víctimas en hospitales improvisados ​​en la zona dicen de las víctimas de Khan Sheikhoun son decenas y  muestran signos de envenenamiento por SARÍN, incluyendo espuma en la boca, y dificultades respiratorias en los cuerpos inertes.
El primer ministro britanico Theresa May, ha pedido una investigación sobre el dicho ataque: “Si se demuestra, esta será una prueba más de la barbarie del régimen sirio”.
Se cree que otras 400 personas resultaron heridas después de ser expuestos a las toxinas durante el ataque.
El número de muertos probablemente aumentará, según la Union of Medical Care Organizations, una coalición de organizaciones de ayuda internacional que financia hospitales en Siria, ubicada en París.
Desde Washington a Londres a Jerusalén, los líderes denunciaron el ataque aéreo reportado, que en caso de resultar cierto, sería uno de los más mortíferos ataques químicos en Siria en años.
“El ataque químico en Siria fue contra personas inocentes, entre ellos mujeres y niños, es reprobable y no puede ser ignorado por el mundo civilizado”, dijo el presidente de Estados Unidos Donald Trump, agregando que él cree que los ataques fue una consecuencia de la debilidad y la indecisión del gobierno anterior, dijo “El presidente Obama en 2012 dijo que iba a establecer una ‘línea roja’ contra el uso de armas químicas y luego no hizo nada.”
Una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad ha sido programada para hoy, según el embajador estadounidense ante la ONU Nikki Haley. El canciller francés, Jean-Marc Ayrault, que pidió la reunión, describió el ataque como un “acto despreciable.”
Entretanto, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu escribió una serie de tweets, diciendo: “No hay ninguna, ninguna, no hay excusa alguna por los ataques deliberados contra la población civil y los niños, especialmente con armas químicas crueles y fuera de la ley.”
Hadi al Abdullah, un periodista, llegó al lugar dos horas después de que él primer cohete de gas fuera lanzado.
Abdullah, que tenía efectos secundarios comunes de un ataque con gas nervioso – visión borrosa, un dolor de cabeza y letargo – dijo que la escena era un caos. Las familias murieron en sus casas, y en las calles, los niños corrían el riesgo de exposición en busca de sus padres.